La rehabilitación física cuenta hoy en día con diversas áreas para el tratamiento y prevención de lesiones o enfermedades graves. Por ello, contar con un servicio especializado de terapia física puede orientarte sobre el tipo de tratamiento que necesites según tu afección.
Los cuidados y procedimientos de rehabilitación varían con base en la gravedad de la patología o de la lesión que se busque atender. En enfermedades crónicas como la artritis y la artrosis, los tratamientos suelen ser prolongados pues siempre se buscan adaptar al grado de deterioro de las articulaciones, muy distintos a los de una lesión deportiva o por actividad física.
Ante este tipo de afecciones es importante que se realicen chequeos oportunos y tratamientos preventivos desde la adultez, pues es aquí cuando las articulaciones y cartílagos sufren un desgaste natural o intensivo que, si no se atiende, puede provocar daños severos en todas las extremidades. Identificar a tiempo un servicio profesional de fisioterapia CDMX será tu mejor inversión a corto y largo plazo.
¿Por qué es importante la terapia física para evitar la artritis y artrosis?
El dolor y la rigidez tienden a generar un círculo vicioso donde el paciente se mueve menos, pierde fuerza y flexibilidad, y aumenta la discapacidad. Un plan de rehabilitación bien diseñado por un profesional en medicina del deporte en CDMX ayuda a romper ese ciclo al estimular la movilidad y fortalecer los músculos que rodean las articulaciones, sin agravar los síntomas.
Además, la rehabilitación puede retrasar la progresión de la enfermedad en algunos casos. Aunque la artrosis es degenerativa y la artritis puede tener brotes inflamatorios, los programas de fisioterapia logran mantener la funcionalidad durante más tiempo, reduciendo la dependencia de analgésicos o antiinflamatorios.

Cómo combatir la artritis y artrosis con fisioterapia
La artritis y la artrosis son enfermedades reumáticas que afectan a millones de personas, limitando su movilidad y reduciendo de manera significativa su calidad de vida.
Aunque ambas se manifiestan con dolor, rigidez e inflamación en las articulaciones, se diferencian en su origen: la artritis se relaciona con procesos inflamatorios de origen autoinmune, mientras que la artrosis se caracteriza por el desgaste progresivo del cartílago articular.
En ambos casos, la rehabilitación física desempeña un papel fundamental para controlar los síntomas, mejorar la funcionalidad y prevenir el deterioro. Gracias a los programas de ejercicio adaptado y técnicas específicas de rehabilitación, los pacientes pueden mantener mayor autonomía, reducir el dolor y fortalecer el sistema musculoesquelético.
1.- Ejercicio terapéutico
El ejercicio terapéutico con rutinas personalizadas de bajo impacto como caminar, nadar o practicar bicicleta estática es una de las técnicas de rehabilitación que permiten combatir la artritis y artrosis.
Estas actividades fortalecen la musculatura, mejoran la circulación y favorecen la lubricación articular. La movilización articular se realiza con ejercicios suaves guiados que mantienen o mejoran la amplitud de movimiento.
2.- Termoterapia, crioterapia y hidroterapia
La termoterapia y crioterapia consisten en la aplicación de calor relajando la musculatura y disminuyendo la rigidez, mientras que el frío ayuda a controlar la inflamación en casos agudos. También la hidroterapia contribuye con ejercicios en agua que reducen la carga sobre las articulaciones, facilitando la movilidad sin dolor.
3.- Terapias complementarias
De igual manera, las terapias complementarias se han convertido en una opción popular para el tratamiento de estas condiciones. Algunas de las más comunes son la electroterapia, el ultrasonido terapéutico o las técnicas de mesoterapia, que alivian el dolor y promueven la recuperación muscular.
4.- Técnicas personalizadas y educación del paciente
La rehabilitación también incluye la enseñanza de hábitos que protejan las articulaciones: posturas correctas, uso de calzado adecuado, técnicas para levantar objetos y la importancia de mantener un peso saludable.
Ten en cuenta que el fisioterapeuta adapta las estrategias según la etapa y gravedad de la enfermedad, pues no todos los pacientes responden de la misma manera. La personalización es clave para lograr resultados sostenibles.

¿Cuáles son los beneficios de la rehabilitación física para artritis y artrosis?
Un programa de rehabilitación bien aplicado permite la reducción del dolor y la inflamación, un mayor rango de movimiento en las articulaciones afectadas, la prevención de deformidades y contracturas, la mejora del equilibrio y la coordinación, reduciendo riesgos de caídas, así como el incremento en la autonomía para realizar actividades cotidianas.
La rehabilitación física en pacientes con artritis y artrosis no solo alivia síntomas, sino que ofrece una vía segura y eficaz para preservar la independencia y mejorar la calidad de vida. Si bien estas enfermedades no tienen cura definitiva, un tratamiento integral que combine atención médica, fisioterapia y hábitos saludables puede marcar la diferencia entre una vida limitada y una activa.
Por ello, te invitamos a mantenerte atento a nuestro blog para conocer más acerca de los beneficios de la fisioterapia en el tratamiento de enfermedades crónicas. Recuerda que invertir en programas de rehabilitación es apostar por el bienestar físico y emocional de quienes conviven con estas condiciones.